¿Vas a ir a esta preciosa localidad y quieres saber que hacer en Peñíscola con niños? ¿Quieres saber que ver en Peñiscola y alrededores? Sigue leyendo…
Esta preciosa localidad de la provincia de Castellón tiene mucho que ofrecer, desde su impresionante castillo templario hasta sus hermosas playas y calas, pasando por su casco antiguo medieval y su parque natural. A continuación puedes podrás descubrir los lugares más bonitos que ver y que hacer en Peñíscola, para que no te pierdas nada si decides visitarla. ¡Comencemos!
El castillo de Peñíscola es el símbolo de la ciudad y uno de los monumentos más importantes que ver en Peñíscola. Fue construido por los templarios en el siglo XIII sobre una antigua fortaleza árabe, y se encuentra en lo alto de un peñón que domina el mar Mediterráneo.
El castillo es famoso por haber sido la residencia del Papa Luna, el antipapa Benedicto XIII, que lo convirtió en palacio y biblioteca pontificia. Actualmente, el castillo de Peñíscola se puede visitar por dentro y por fuera, y ofrece unas vistas espectaculares de la ciudad y la costa. Una vez en su interior podrás acceder a las estancias del Papa Luna, a la sala del cónclave, a la capilla o la biblioteca.
La visita se puede hacer guiada o por libre y en determinadas fechas se realiza una representación teatral con actores que cuentan la historia del castillo de Peñiscola. La visita guiada suele durar unos 45 minutos y tiene un coste adicional de 2 euros. La representación teatral se llama «La Ruta del Papa Luna» y se suele realizar los sábados a las 19:00 horas.
Recomendación:
Si queréis disfrutar de una vista panorámica del castillo y la playa, os aconsejo ir al mirador del Baluarte del Calvario, al que se accede por unas escaleras desde la Calle Mayor. Desde allí podréis tomar unas fotos increíbles y contemplar el atardecer.
La Avenida Papa Luna será un a de las primeras cosas que verás al llegar a Peñíscola. Es el paseo marítimo de la ciudad, tiene unos 5 kilómetros de longitud, y va desde el castillo hasta el final de la playa. Seguro que te encanta pasear por la avenida, sentir la brisa, ver la gente y admirar el paisaje ya que tiene unas vistas increíbles al mar y al castillo.
En la avenida hay de todo: hoteles, restaurantes, cafeterías, heladerías, tiendas… Hay mucha variedad y para todos los gustos y es la zona ideal para alojarse en Peñíscola. Allí se encuentran hoteles con encanto como el hotel Papa Luna o el Hotel Spa Castillo de Peñíscola, ambos justo enfrente del mar, con piscina, spa y otras comodidades.
En esta avenida además se encuentran algunos de los mejores restaurantes de la localidad y es el lugar ideal para disfrutar del ocio de Peñíscola, ya que en ella se encuentran los pub y discotecas más populares de la localidad.
A tener en cuenta
Si queréis hacer una foto original de Peñíscola, podéis ir a las letras grandes que hay en el paseo marítimo con el castillo de fondo
Una de las cosas imprescindibles que hacer en Peñíscola es pasear por las calles de su casco antiguo. De hecho ha sido declarado Conjunto Histórico-artístico y Bien de Interés Cultural, ya que conserva el encanto de su pasado medieval.
El casco antiguo se encuentra dentro de las murallas que rodean el peñón donde se alza el castillo, y se puede acceder por tres puertas: el Portal Fosc, el Portal de San Pedro y el Portal del Papa Luna.
El casco antiguo está formado por calles estrechas, empinadas y empedradas, llenas de casas blancas adornadas con flores, tiendas, bares y restaurantes. Además, la mayor parte de los lugares de interés que ver en Peñíscola se encuentran dentro del centro histórico.
A tener en cuenta
Si quieres conocer la historia y las leyendas del casco antiguo, lo más recomendable es hacer una visita guiada o una ruta teatralizada con personajes históricos.
La iglesia parroquial de Santa María es otro de los lugares interesantes que ver en Peñíscola. Se trata de un templo situado en las inmediaciones del Ayuntamiento de la localidad, en pleno centro histórico. Se construyó poco después de la conquista cristiana en el siglo XIII, pero sufrió varias reformas y ampliaciones a lo largo del tiempo. La iglesia tiene una mezcla de estilos gótico y barroco, y una torre-campanario construida en el siglo XIX.
La iglesia alberga las joyas de Benedicto XIII, unas piezas artísticas de gran valor histórico y religioso que pertenecieron al Papa Luna. Entre ellas destacan la Cruz Procesional, una obra gótica de plata y cristal de roca con imágenes labradas y con las armas de Pedro de Luna; la Piedad, una escultura policromada atribuida a Damián Forment; y el Cáliz del Papa Luna, una copa litúrgica de plata dorada con esmaltes de Limoges.
A tener en cuenta
La iglesia solo se puede visitar cuándo abren para la misa a las 19:00 horas los días laborables y a las 20:00 los fines de semana. Sin embargo, el horario en julio y agosto tanto en días laborables como los sábados es a las 20 horas y los festivos a las 9 y 11 horas.
La Ermita de la Virgen de la Ermitana es otro de los lugares que ver en Peñíscola. Se trata de una pequeña iglesia situada junto al castillo del Papa Luna y enfrente de la Plaza de Armas. Si la ves desde lejos, desde la playa norte, parece que el campanario forma parte del castillo, pero la entrada es aparte y gratuita. Fue construida a comienzos del siglo XVIII por orden del entonces gobernador Sancho de Echevarría, aunque la fachada es lo único que queda original del templo, ya que el resto fue reformado.
Recomendación:
Si quieres ver el ermitorio por dentro, te recomiendo que aproveches las fiestas patronales que se celebran en septiembre, cuando se abren las puertas al público.
Una de las cosas que más me llamó la atención en Peñíscola fue el Bufador, un curioso fenómeno geológico que comunica el mar con la superficie. Cuando hay oleaje o marea alta, el agua se cuela por la grieta y sale disparada hacia arriba, mojando todo lo que encuentra a su paso. Se encuentra en una callejuela del casco antiguo, muy cerca del castillo, y sin duda es una de las curiosidades que hay que ver en Peñíscola.
Te recomiendo que sobre todo visites el Bufador cuando el mar está embravecido ya que emite un ruido muy fuerte, como si el mar estuviera soplando o rugiendo al tiempo que expulsa chorros de agua, lo que impresiona bastante. Te aseguro que te va a gustar 😉 .
Otro de los lugares que hay que ver en Peñiscola es el Baluarte del Calvario. Se trata de una construcción del siglo XVIII que formaba parte de las murallas que protegían la ciudad de los ataques por mar y se encuentra en la parte más alta del casco antiguo. El baluarte disponía de varios cañones de artillería y desde él se podía controlar toda la bahía de Peñíscola.
En su interior hay varias estancias con arcos que se usaban como almacenes o cuarteles. Te recomiendo que subas a la terraza superior, ya que desde allí se tiene una vista espectacular del mar, del castillo y de la playa. Es un lugar perfecto para hacer fotos y disfrutar del paisaje.
El baluarte también alberga un centro cultural donde se organizan exposiciones, conciertos y otros eventos culturales.
Un lugar que te va a encantar en Peñíscola es el Parque de la Artillería, un espacio verde y tranquilo que se encuentra junto al Baluarte del Calvario. Se trata de un antiguo parque donde se ubicaban las piezas de artillería que servían para defender el castillo y la ciudad de los ataques por mar. Actualmente ha sido restaurado como parque botánico donde podras pasear entre las plantas y los árboles típicos de la zona, como palmeras, olivos, lavandas y otras especies del Parque Natural de la Sierra de Irta.
El parque tiene tres niveles y desde cada uno de ellos se puede disfrutar de unas vistas increíbles del mar, del castillo y de la playa. Sin duda, es el lugar perfecto para relajarse, respirar aire puro y admirar la naturaleza. Además, se suelen realizan exhibiciones de aves rapaces, que te harán sentir como en la época medieval.
La Plaza de Santa María es el centro neurálgico del casco antiguo de Peñíscola. Se encuentra nada más acceder por una de las puertas de la muralla y en ella se respira historia y cultura. Se trata de una plaza medieval, amplia y bonita, en la que se han rodado diversas series, entre ellas la famosa Juego de Tronos compartiendo escenario con San Juan de Gaztelugatxe.
La plaza es uno de los lugares de más animados del casco antiguo, en el que se puede disfrutar del ambiente, de las terrazas y de los diversos eventos que se suelen organizar en ella. En ella hay diversos bares y restaurantes donde se puede tomar algo, comer o cenar, y probar la gastronomía típica de Peñíscola, como el arroz, el pescado fresco o los dulces.
Si vas a Peñiscola, te recomiendo que no te pierdas visitar esta plaza, es uno de los lugares más bonitos e interesantes que ver en la ciudad. Además, está muy cerca del castillo, del bufador y del parque de la artillería, otros lugares que tienes que conocer. Te aseguro que te va a gustar.
Otro de los atractivos que ver en Peñíscola son sus manantiales y fuentes, que brotan de las rocas del peñón donde se asienta el castillo. Estos manantiales son una importante descarga del sistema acuífero del Maestrazgo, que se extiende por una gran superficie subterránea y que tiene su origen en el Jurásico. El agua de estos manantiales es dulce, pura y fresca, y ha abastecido a la población de Peñíscola desde hace siglos.
Uno de los manantiales más conocidos es el de la Font de Dins, que se encuentra junto a la muralla del castillo y que surte de agua a la ciudad. Este manantial tiene una conducción subterránea que lo conecta con un antiguo aljibe donde los barcos se aprovisionaban de agua. Junto al aljibe se halla la porteta, una antigua aduana donde se controlaba la entrada y salida de mercancías.
Otro manantial que se puede ver en Peñíscola es el que surge en la parte sur del peñón, cerca del faro. Este manantial tiene una historia curiosa, ya que según la leyenda, fue descubierto por un pastor que vio cómo su cabra se acercaba a beber a una grieta de la roca. El pastor siguió a su cabra y encontró el agua dulce que brotaba del interior.
Además de estos manantiales, en Peñíscola hay otras fuentes que merecen una visita, como la fuente del Parque de Artillería, la fuente del Portal Fosc justo enfrente del Ayuntamiento de Peñiscola o la fuente del Portal de San Pedro.
Recomendación:
Si queréis conocer más sobre los manantiales y fuentes de Peñíscola, podéis hacer una ruta guiada por el casco antiguo que os explicará su origen, su funcionamiento y su importancia histórica.
El Museu de la Mar es un museo marítimo de carácter municipal que rinde homenaje a la tradición marinera de las gentes de Peñíscola. El museo se encuentra en el antiguo edificio Les Costures, sobre el Baluarte del Príncipe, junto al castillo. El edificio es un Bien de Relevancia Local con la categoría de monumento de interés local.
El museo tiene como objetivo proteger, conservar y difundir el patrimonio cultural marino de Peñíscola, salvaguardando lo más característico de su cultura popular. La exposición permanente del museo es dinámica, participativa y creativa, y consta de varias secciones:
• La primera sección está dedicada a la historia naval de Peñíscola, desde la época romana hasta el siglo XX. Se pueden ver piezas arqueológicas, maquetas, mapas, documentos y armas relacionadas con el comercio, la defensa y la pesca marítima.
• La segunda sección muestra la vida cotidiana de los pescadores y sus familias, sus costumbres, sus fiestas, sus creencias y sus leyendas. Se pueden ver objetos, fotografías, dibujos y grabados antiguos que ilustran su forma de vida.
• La tercera sección está dedicada a la fauna y flora marina del Mediterráneo, con especial atención a las especies locales. Se pueden ver tres acuarios con peces, crustáceos, moluscos y algas que habitan en las aguas de Peñíscola.
La entrada al museo es gratuita y se puede hacer una visita guiada previa reserva. El horario del museo varía según la temporada:
• Octubre-marzo: martes a domingo (9:30 a 15:30 h)
• Abril-junio: todos los días (10:00 a 14:00 h y 16:00 a 20:00 h)
• Julio-septiembre: todos los días (10:00 a 14:00 h y 17:00 a 21:00 h)
El faro de Peñíscola es una señal luminosa que orienta a los barcos que navegan por el mar Mediterráneo cerca del peñón donde se sitúa el castillo. El faro se encuentra en una plaza que se abre al mar, bajo el castillo, y ofrece unas vistas impresionantes de la costa y del horizonte.
El faro fue inaugurado en 1892 y sustituyó a una antigua torre vigía que servía para alertar de posibles ataques piratas. El faro tiene una torre octogonal blanca de 11 metros de altura, adosada a un edificio de dos plantas donde vivían los fareros. El faro emite una luz blanca en grupos de tres destellos cada 15 segundos, con un alcance de 23 millas náuticas.
El faro no se puede visitar por dentro, sin embargo, se puede acceder a la plaza donde se ubica y disfrutar del paisaje y del ambiente marinero.
Recomendación:
Si queréis conocer más sobre el faro y su historia, podéis hacer una visita guiada por el casco antiguo que os explicará su origen, su evolución y su importancia para la navegación
La Casa de las Conchas es uno de los lugares más curiosos que ver en Peñíscola. Se trata de una casa particular situada en el casco antiguo, que está completamente cubierta de conchas de diferentes tipos y tamaños. La casa pertenece a un vecino de Peñíscola que empezó a decorarla con conchas que recogía en la playa hace más de 30 años, y que sigue añadiendo nuevas cada día. La casa se ha convertido en una atracción turística y en un símbolo de la ciudad, y se puede visitar por dentro previo pago de una entrada.
La casa tiene tres plantas y está llena de objetos y artesanías hechas con conchas, como lámparas, cuadros, espejos o joyas. En la planta baja hay una tienda donde se pueden comprar algunos de estos productos, así como recuerdos y souvenirs de Peñíscola. En la primera planta hay una sala donde se proyecta un vídeo sobre la historia de la casa y su propietario. En la segunda planta hay una terraza con vistas al mar y al castillo, donde se pueden ver más conchas y plantas.
A tener en cuenta
Si queréis llevaros un recuerdo original de Peñíscola, podéis comprar alguna de las artesanías hechas con conchas que se venden en la tienda que hay junto a la entrada
El puerto de Peñíscola es un lugar que combina la tradición pesquera con la actividad náutica y turística. El puerto se encuentra al sur del casco antiguo, junto a la playa sur, y ofrece una imagen pintoresca de los barcos y las redes de los pescadores. El puerto está dividido en una zona dedicada a las embarcaciones de pesca y otra a las deportivas, que admite barcos de hasta ocho metros de eslora y que está gestionado por la Generalitat.
El puerto ofrece los servicios propios de un puerto, como grúa, gasolinera, aseos, aparcamiento o radio VHF. Además, cuenta con una zona de puerto seco para invernar embarcaciones y servicios de remolque de barcos hasta seis millas náuticas. El puerto también es el punto de partida de varias actividades náuticas, como pesca, vela o kayak de mar.
El puerto tiene una historia que se remonta a la época griega y romana, cuando era un importante puerto comercial por el que entraban productos manufacturados a cambio del vino y el aceite de oliva de los íberos. El puerto también fue testigo de los ataques piratas y de las defensas que se construyeron para protegerlo, como el castillo o las murallas.
Peñíscola cuenta con un gran número de playas y calas en las que bañarse, tomar el sol o practicar deportes acuáticos. La más concurrida es la Playa Norte, la más próxima al casco antiguo, con unas impresionantes vistas al castillo de Papa Luna. Esta playa tiene casi cinco kilómetros de longitud, arena fina y aguas tranquilas, y cuenta con todos los servicios necesarios. Otra playa urbana es la Playa Sur, situada al lado del puerto y con unos 300 metros de extensión.
Si buscas calas más tranquilas y naturales, te recomiendo coger el coche y alejarte unos kilómetros para llegar a las calas que esconde la sierra de Irta, un parque natural protegido que se extiende entre Peñíscola y Alcocéber. Algunas de las calas más bonitas son la Cala del Moro o la Playa Basseta.
Si te gusta la naturaleza y las actividades al aire libre, no puedes dejar de visitar la Sierra de Irta, declarada Parque Natural y Reserva Natural Marina que se extiende a lo largo de la costa sur de Peñíscola. Se trata de una de las últimas sierras vírgenes del litoral valenciano, que combina paisajes de montaña, mar y bosque mediterráneo. En la sierra podrás encontrar una gran variedad de flora y fauna, así como monumentos históricos y culturales.
La Sierra de Irta es el lugar ideal para practicar senderismo, ciclismo o simplemente pasear y disfrutar del entorno. Hay varias rutas y senderos que te permitirán descubrir los rincones más bonitos y sorprendentes de la sierra, como calas escondidas, acantilados, dunas, fuentes, torres o ermitas.
En la sierra de Irta puedes realizar distintas rutas, tanto en coche como en bicicleta o andando, debiendo tener precaución ya que están compartidas la mayoría de ellas. Por las rutas de la costa puedes ir de Peñiscola a Alcossebre y disfrutar de sus vistas, acantilados, calas, etc. Por las rutas del interior puedes acceder a los castillos de las poblaciones de Polpis y Xivert.
Sin duda, la Sierra de Irta es un lugar perfecto para relajarse y desconectar del estrés y el ruido. Podrás respirar aire puro, escuchar el sonido del mar y del viento, y contemplar unas vistas espectaculares del castillo de Peñíscola y de la bahía.