¿Vas a ir a Albarracín? ¿Quieres saber que ver en Albarracín? Esta es mi experiencia en esta preciosa localidad
Esta pequeña localidad de Teruel te dejará fascinado no solo por la gran riqueza histórica sino también natural que alberga. Hay gran cantidad de cosas que ver en Albarracín, pero para disfrutar de esta localidad solo tienes que pasear sin más por sus calles y deleitarte con sus encantadores rincones y singular arquitectura. Y es que viajar a Albarracín, supone trasladarnos en el tiempo a épocas prehistóricas y sobre todo al medievo.
Albarracín en siglo XI se convirtió en la capital de un pequeño reino que es conocido como Taifa de Albarracín. Fue un reinado que duró aproximadamente un siglo, hasta principios del siglo XII, cuando la Taifa de Albarracín fue absorbida por el reino almorávide de Valencia. Algunos de los elementos patrimoniales que se pueden ver en la localidad es de aquellos años. Hablo de la Torre del Andador y del Castillo de Albarracín. Al final del siglo XII, fueron los cristianos quienes pasaron a ejercer la soberanía de Albarracín, pero de forma independiente de la Corona de Aragón, algo que se mantuvo hasta que en el año 1300 pasó a manos aragonesas.
Nada más que empieces a recorrer las calles de Albarracín te darás cuenta porque ha sido designado como uno de los pueblos más bonitos de España. Y es que este pueblo medieval mantiene en todo su conjunto la esencia de las antiguas culturas que la habitaron. Así, podrás observare como las calles son estrechas por la parte alta de los edificios para proteger las casas de las inclemencias del tiempo, y algo más anchas por abajo a ras de suelo para permitir el paso de los carros. También podrás observar como las casas suelen tienen un color oxidado, rosado, rojizo…lo que las dota de una singular belleza. Ello es debido al yeso de sus fachadas, que adquiere esa tonalidad con las inclemencias del tiempo (sol, lluvia, frío, calor…)
Durante tu paseo por la ciudad te recomiendo que te detengas y observes las curiosas aldabas que están forjadas como lagartos en muchas de las casas de familias nobles. También te aconsejo que no dejes de visitar rincones tan bellos como la casa Julianeta, un rincón con mucho encanto y tal vez de los más típicos de Albarracín.
Se conoce como la casa azul y es uno de los lugares imprescindibles que ver en Albarracin ya que destaca del resto de viviendas de la población en su mayoría en tonos rojizos y ocres.
Esta vivienda pertenecía en el siglo XVI al ganadero Pedro Navarro de Arzuriaga, y según se cuenta, pintó casa de color azul para complacer a su mujer que era natural de Andalucía, y que así no extrañara su tierra natal.
La casa azul se encuentra en la calle Azagra 20.
La Plaza Mayor es otro de los lugares imprescindibles que ver en Albarracín. Se encuentra en la parte más baja del pueblo y es un espacio agradable, empedrado y rodeado de casonas, muchas de ellas con grandes balcones de madera.
En la plaza, entre soportales se encuentra el Ayuntamiento. Te recomiendo que accedas al mirador que hay en la esquina derecha de la casa consistorial desde donde se puede disfrutar de una de las mejores vistas de Albarracín.
Lo primero que te llamará la atención al acercarte al pueblo son sus murallas que la convirtieron desde el siglo X en un recinto fortificado de primer orden. Por ello, una de las cosas que hay que hacer en Albarracín, es subir a las murallas donde disfrutaras de unas estupendas vistas de la población. ¡Ojo! Subir hasta las murallas no significa subir y andar por las murallas, algo que está prohibido tal y como se advierte mediante carteles y que algunos visitantes ignoran.
Te aconsejo que si vas a subir durante el verano, mejor lo hagas a primera hora, porque la cuesta se acceso es francamente empinada.
En las murallas encontraras varias torres defensivas cada pocos metros. Y en lo alto, la más emblemática de todas: la Torre del Andador. Es de base rectangular, con unos 10 metros de lado mayor y es visible desde toda la población.
El Castillo, también conocido como Alcázar, es otro de los lugares que tienes que ver en Albarracin. Se trata de una inexpugnable fortaleza de origen islámico que preside el centro de la primitiva medina musulmana y que está situada sobre un impresionante peñasco desde el que domina toda la población con unas vistas fascinantes. La muralla de esta fortaleza se articulaba en once torres de planta circular.
Para visitar el Castillo hay que contratar una visita guiada (podéis preguntar por ello en la oficina de turismo). Sin embargo, durante nuestra visita a Albarracín, el castillo permanecía cerrado, de manera que no pudimos entrar
De la Catedral de Albarracín está formada por una única nave cerrada con una bóveda de crucería gótica. Dispone de varias capillas laterales entre los contrafuertes que sostienen la fábrica. No hay que perderse su coro, su claustro y su retablo, si bien no es tan espectacular como otras catedrales de España. Aun así tiene su encanto ya que esta enriquecida por los importantes hallazgos encontrados en su reciente restauración. Merece la pena echarle un vista, aunque para ello hay que pasar por taquilla.
La Casa Museo es otro de los lugares imprescindibles que ver en Albarracin. Se trata de una casa del siglo XVII de una familia que se dedicaban al comercio de lana y a la ganadería. En esta Casa-Museo, que mantiene el mobiliario de época, podrás visualizar cómo era la vida por estos lares para las familias acomodadas.
El salón principal, la bella alcoba de inspiración francesa o el rico mobiliario de época, son testigos de que, con posibles, vivir en Albarracín no debía ser para nada una mala opción. Se conserva la planta noble, cuadra, bodega excavada en roca, alcobas, óleos, cocina de carbón, enseres de la época o una curiosa colección de fotografía antigua de Albarracín.
Esta casa museo se encuentra en en la calle Portal de Molina 16 y para visitarla es necesario hacer una visita guiada.
El Museo municipal de Albarracín está ubicado en lo que fue el antiguo hospital, un edificio construido en 1789 que también sirvió como cárcel tras la Guerra Civil.
Expone principalmente los objetos procedentes de las excavaciones arqueológicas que se han realizado en el castillo de la localidad. Ofrece además una interesante visión de lo que fue el Albarracín islámico. Además de la colección permanente, el museo alberga exposiciones temporales en la planta baja
Otro de los lugares que tienes que ver en Albarracin es la Torre Blanca. Se considera uno de los tres castillos del sistema defensivo de Albarracín, junto a la fortaleza principal y la torre del Andador, al norte. Tiene una altura de 18 metros y gruesos muros. El interior se divide en cuatro plantas, y desde la última planta se accede a una espectacular terraza superior, que es otro de los miradores de la ciudad.
El nombre de la torre viene de la leyenda que hay sobre la desaparición en Albarracín de la infanta de Aragón Doña Blanca, que llego a Albarracín camino de Castilla, huyendo de su cuñada cuando su hermano fue coronado Rey de Aragón. Tras partir la comitiva con la que había llegado, todos se percataron de que no iba con ellas la infanta y ya nadie la volvió a ver. Cuenta la leyenda que Doña Blanca murió a causa de la tristeza y melancolía que padecía por tener que abandonar su Aragón natal y que las noches de luna llena, se la ve bajar de la torre para bañarse en las aguas del río Guadalaviar.
En la actualidad la Torre Blanca acoge una exposición permanente de pintura y cada año se realiza un programa de exposiciones temporales.
Si vas Albarracin con niños no te puedes perder el Museo del Juguete con sus tres plantas dedicadas a juguetes de distintas épocas. Alli podras contemplar una gran variedad de juguetes, que hicieron las delicias de niños y niñas, desde finales de 1800 a las últimas décadas de 1900, construidos con toda clase de materiales, desde el plomo y la hojalata, a la porcelana y el barro, sin olvidar la madera, el cartón, el papel, etc..
Este museo se encuentra en la parte noble del Antiguo Palacio Episcopal, junto a la Catedral. Antiguamente era la vivienda principal del obispo. En el museo destaca la gran colección de tapices flamencos, su famoso pez de cristal de roca, y la colección de esculturas y objetos de la sala de mayordomía.
Si vas con tu vehículo y te preguntas ¿dónde aparcar en Albarracín? la respuesta es muy fácil: en el parking público. Se encuentra en la entrada del pueblo y esta muy bien indicado para llegar hasta él. Es un aparcamiento bastante grande por lo que no tendrás problema para encontrar plaza libre. No obstante, si cuando llegas no hay plazas libres, tienes otro tras atravesar el pueblo siguiendo la carretera A-1512 que comunica con la calle Palacios.
Tras aparcar el vehículo, te aconsejo que antes de subir al casco histórico te dirijas a la oficina de turismo que se encuentra en la calle San Antonio donde te podrás aprovisionar de mapas y recabar información de lo que puedes ver y hacer en Albarracín en un día. También te aconsejo que te apuntes a la visita guiada que durante unas dos horas te paseará, de la mano de un experto guía, por aquellos lugares de más interés de la localidad.
Este pueblo esta enfocado al turismo, por ello, en cualquier calle de Albarracin hay restaurantes donde podrás comer, con una gran oferta gastronómica. Nosotros comimos en el restaurante “el Seron” ya que nos lo habían recomendado y la verdad es que acertamos. Tiene una amplia variedad de platos, comida casera abundante, buen servicio y amabilidad del personal.
Si vas con mascota, debes tener en cuenta que en algunos restaurantes de la localidad que tienen terraza exterior no permiten acceder con el perro. Por ello te aconsejo que si vas a ir con tu mascota, preguntes antes si te permitirán acceder con él.
Para dormir en Albarracin yo os aconsejo que utilicéis, como suelo hacer yo para buscar alojamiento las páginas de Booking.com y de Airbnb ya que para mí son totalmente fiables y de las más económicas, aunque seguro que no os descubro nada nuevo. Es una localidad que está enfocada al turismo y no vas a tener problemas en encontrar un alojamiento que se ajuste a lo que buscas.
Muy cerca de Albarracín tienes muchos lugares interesantes que visitar .
Otro de los lugares que tienes que ver en Albarracin si vas con niños es Mar Nummus, una de las sedes de Dinópolis. Y es que hace 150 millones de años, la Sierra de Albarracín estaba cubierta por el Mar de Tethys, precursor del actual Mediterráneo. En este centro contemplarás una variada muestra de fósiles de los seres que vivieron en este inmenso mar: cocodrilos, esponjas, ammonites…
El Acueducto romano fue construido en el siglo I d. C. y tiene una longitud de 24 kilómetros . El trazado del acueducto discurre en paralelo al río Guadalaviar, alternando canales a cielo abierto con galerías excavadas en la roca. Estas galerías subterránea de unos 9 kilómetros llegan a tener hasta 60 metros de profundidad.
Uno de sus aspectos más sorprendentes de esta obra, es qeu es el primer trasvase de agua entre diferentes cuencas, desde las aguas del río Turia a la del Ebro. En Gea de Albarracín, se encuentra el Centro de Interpretación del Acueducto Romano donde se muestra la importancia del agua en la sociedad civil romana y se exponen reproducciones de los restos arqueológicos encontrados.
A lo largo del recorrido del acueducto hay acondicionados varios puntos con aparcamiento y paneles informativos para visitarlo.
A 34 kilómetros de Albarracín se encuentra el nacimiento del río Tajo, el más largo de la Península Ibérica. Además del nacimiento propiamente dicho, también se puede visitar el monumento conmemorativo que se encuentra en la localidad de Gea de Albarracín .
A 17 kilómetros de Albarracín se encuentra el Barranco de la Hoz y la Pasarela de Calomarde. Es una ruta de senderismo sencilla recomendada para todos y que atraviesa el Cañón de los Arcos por encima de un rio de aguas cristalinas.
La ruta discurre primero por la parte inferior del cañón de los Arcos y posteriormente regresa por la parte superior de la garganta, desde donde tendrás unas vistas impresionantes.